Canatur: turismo religioso representa el 20% del flujo global y puede reimpulsar las cifras en Perú
El reciente nombramiento del papa León XIV ha abierto una gran oportunidad para el desarrollo del turismo religioso en el Perú, un segmento que representa el 20% del flujo turístico mundial, según destacó Carlos Loayza, gerente general de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur). En ese marco, el gremio respalda la propuesta de implementar la “Ruta Turística Papa León XIV”, una iniciativa que podría impulsar significativamente la llegada de visitantes al país.
“Lo que se sabe del turismo religioso y espiritual en el mundo es que mueve alrededor del 20% del flujo de turistas. Si logramos captar ese interés, podríamos alcanzar nuevamente los niveles prepandemia y superar los 4 millones de visitantes”, señaló Loayza en entrevista con El Comercio. En ese sentido, destacó que países como España ya registran cerca de 100 millones de turistas anuales, de los cuales unos 20 millones están vinculados a actividades religiosas.
Desde Canatur, se plantea no solo crear esta ruta en torno a la figura del Papa León XIV, sino también mejorar la infraestructura y accesos en las ciudades clave para su desarrollo, como Chiclayo, Trujillo, Chulucanas y el Callao. Además, se propone integrar esta experiencia con la reconocida gastronomía del norte del país, lo que aumentaría su atractivo turístico.
“Hay que desarrollar el destino, el motivo ya lo tenemos. Hay que prepararse para recibir a quienes quieran recorrer la Ruta del Papa. Se puede generar una oferta potente si se articula adecuadamente”, comentó.
Loayza también indicó que la Red Mundial de Destinos de Turismo Religioso y Espiritual ya ha mostrado interés en esta ruta peruana, lo que abre posibilidades de cooperación internacional. Recordó, además, que el país ya cuenta con eventos consolidados en este segmento, como las festividades de Santa Rosa de Lima, el Señor de los Milagros, San Martín de Porres y diversas peregrinaciones en el norte.
Con este impulso, la Cámara ve una oportunidad concreta para posicionar al Perú como un referente en turismo religioso en la región y seguir diversificando su oferta turística.
