IPE: Recuperar la senda del turismo aportaría S/5.700 millones al PBI
Con la reciente apertura del Nuevo Aeropuerto Jorge Chávez, los problemas registrados en sus primeros días han puesto en evidencia las brechas estructurales que frenan la recuperación del turismo en el Perú. Bajo un informe publicado en El Comercio, el Instituto Peruano de Economía (IPE) realizó un balance del sector cinco años después de la pandemia.
Según cifras de la Organización Mundial del Turismo, la llegada de turistas internacionales al Perú en el 2024 fue 26% menor que en el 2019, lo que representa un déficit de 1,1 millones de visitantes extranjeros. Esta caída ha afectado directamente al PBI: mientras que en 2019 el turismo aportaba 3,9%, en 2024 esa cifra fue solo de 2,9%.
La entidad señala la precariedad de la infraestructura como uno de los principales desafíos. Aunque el antiguo Jorge Chávez movilizó 26 millones de pasajeros en 2024, fue diseñado para solo 12 millones. Los aeropuertos regionales, en tanto, enfrentan dificultades similares. El Velasco Astete del Cusco, por ejemplo, obtuvo solo dos de cinco estrellas en la evaluación de Skytrax. Otros aeropuertos importantes, como los de Piura, Chiclayo y Cajamarca, verán sus ampliaciones recién en 2028, mientras que en destinos como Jaén el flujo aéreo se ha desplomado drásticamente.
Asimismo, el IPE asegura que la baja conectividad internacional fuera de Lima también limita el crecimiento del sector. El Perú apenas cuenta con cinco rutas internacionales en aeropuertos regionales, frente a las 65 que tiene Colombia. Además, el presupuesto de promoción internacional a través de Promperú fue 34 % menor en 2024 (ajustado por inflación) frente al 2019, mientras que el país vecino lo incrementó en 24%. Todo esto se agrava con el deterioro de la percepción de seguridad: solo entre 2022 y 2023, la Embajada de EE.UU. emitió 60 alertas de viaje sobre Perú.
El IPE finaliza con la siguiente idea: recuperar la trayectoria de crecimiento que el turismo habría seguido sin pandemia permitiría sumar medio punto adicional al PBI, equivalente a S/5.700 millones. Sin embargo, alcanzar esta meta exige algo más que beneficios tributarios: se necesita inversión en infraestructura, conectividad efectiva, promoción internacional sostenida y seguridad ciudadana real para volver a posicionar al Perú como un destino competitivo a nivel global.
